Siempre ha sido
mi idea, sobre todo tras mi deseado regreso a las carreras, poner el buen rollo
por encima de potencia, tablas de tiempos, clasificaciones, etc.
Nos guste o
no, hacemos este deporte tan caro y tan profesionalizado de forma amateur. Aunque resulte un contrasentido
de entrada, si alguien ha estado alguna vez en un parque de asistencia de un
rally sabrá bien lo que digo. Lo más importante ahí es el buen rollo.
Siempre que
alguien me dice cosas como que “hay que
ganarle a nosequién el próximo tramo”; “yo cuando me pongo el casco es para
correr todo lo que pueda y el riesgo no importa” o “podemos incrementar la potencia en 5 caballos”… yo suelo contestar
que “al mundial, ya no llegamos…”.
Hay que asumir
que ninguno de los que corren un rally de un campeonato regional, y solamente un
par de los del Nacional, por buenos que sean o buenos que se crean, tienen posibilidades de salir a correr alguna
vez en una prueba del WRC; desde luego dejándose media vida en ello, sin ganar a
nadie y, muy probablemente, pagando mucho... Así será mientras no tengamos copas de promoción
adecuadas y escalonadas, campeonatos que promuevan la evolución de los
deportistas desde la base, ayudas solo a los objetivamente mejores crono en mano,
etc. A día de hoy, las carreras de coches son, en general, un negocio en el que
unos pocos cobran lo que pagan muchos “gentleman
drivers”. Se llama así en inglés a los que, como servidora, no corren un
pimiento pero, apasionados como son, se dejan el sueldo o el patrimonio, con más
o menos aprietos, sobre todo los del sueldo, en competir tras un volante.
Me extiendo aquí un
solo párrafo más: De esto, sorpresa, sorpresa, creo que NO tienen la culpa los
federativos o las federaciones; estos no hacen sino seguir (aprovechar?) un modelo “de
negocio” y de gestión “democrática” (un entrecomillado es por sarcasmo, el otro
no… adivina adivinanza…) que les viene impuesto por nuestra legislación sobre
federaciones, la cual nada tiene que ver con lo de la promoción del deporte de
base, por más que alguno lo ha intentado sin éxito. He tenido alguna experiencia
en otras federaciones deportivas, y en todas “cuecen habas”, luego no tienen la
culpa. Si este modelo, de financiación y gestión, no cambia por ley… esta situación no cambiará:
Las licencias e inscripciones seguirán costando “un huevo”; ponerse en la
salida de un tramo, también; ganar algo, ni te cuento… No habrá sucesor para
Carlos Sainz y el mérito que tienen tanto él como los que lo intentan detrás es imposible de
medir, por infinito.
Pero no sigo por
este camino; estaba en el amateurismo
de nuestro deporte del primer párrafo: Me encanta primar la amistad y el buen
rollo…
Por éso en las vacaciones de verano hubo ocasión, aparte de para pasar ITVs e ultimar detalles estéticos en el coche, para una cena Working for Racing con la gente del equipo, que es de lo que iba esta entrada, en una terraza de verano, sin
carreras de por medio, que es también parte de lo que más me mola de este deporte. Y
aunque el menú no fuese nada “deportivo” (¡Viva el chuletón y su colesterol!) una
reunión de pastores es, también, hacer rallyes... y me gusta.
A.
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