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13 de enero de 2014

Éste veneno...

Es imposible tratar de explicar lo que sentimos los que tenemos esta pasión, éste veneno. El vídeo a continuación es de unos 18 minutos y sintetiza muchos de los porqués.


Sucedió hace bien poco. Úlitmo tramo del Janer Rallye en Austria, en enero de  2014, y los dos primeros clasificados llegan a él en un pañuelo. Robert Kubica podía haberlo sido todo en la fórmula uno... pero algo le picó y le inoculó el veneno del rallye... La pasión le costó un serio accidente en el que poco faltó para perder el brazo si no hubiese sido por una enorme fuerza de voluntad y un espíritu portentoso.



No puede volver a subir a un fórmula... pero la pasión sigue ahí... para siempre... ya no se quita. Un copiloto con experiencia en esto de los rallyes me lo dijo el día que supo que me montaba por primera vez (le pedí el casco prestado a "su piloto"... ya contaré esta historia...) -¿Estás seguro de que te quieres montar?... Mira que esto es un veneno muy malo... Llevaba Razón. Por eso Robert vuelve a los rallyes con algunos sistemas que asistan a su maltrecho brazo en la conducción... y tras dar un montón de recitales de superclase al volante en 2013 llega al final del Janer Rallye, como digo, en un brete...

El video explica a las claras la de cosas que pasan dentro de un tramo.


Salidas de pista, faros que se caen y molestan, enciende y apaga luces, niebla, hielo, nieve, pueblos que se atraviesan a velocidades de vértigo... ¿Cómo explicar que el tiempo se detiene aunque pasa muy deprisa?

Ganó la carrera.

A.


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